¿Estás pensando en una cirugía bariátrica o bypass gástrico? Antes de realizarte este procedimiento, debes considerar varios puntos importantes, pues más allá de la estética, es una cirugía de cuidado. Mira lo que debes saber…
Actualmente la cirugía bariátrica, que también recibe el nombre de bypass gástrico o reducción de estómago, es una de las intervenciones quirúrgicas realizadas con más frecuencia en varias partes del mundo. Esto se debe a la epidemia de obesidad y a la mejora significativa que se ha observado no sólo en la reducción de peso, sino también en las consecuencias metabólicas como diabetes, hiperlipidemia y riesgos cardiovasculares, e incluso en el riesgo de cáncer.
Es importante señalar que los pacientes deberán comprender que este procedimiento no es milagroso, es un proceso que requiere de una buena comunicación con el médico tratante para comprender todas las implicaciones y cuidados, así como la frecuente monitorización que se requiere para obtener el logro de metas y éxito terapéutico.
Los criterios de indicación de cirugía bariátrica son los siguientes:
- Obesidad mórbida u obesidad extrema (IMC ³ 40 kg/m2) en la que los intentos previos de pérdida de peso por métodos convencionales han fracasado.
- Obesidad de grado III (IMC entre 35 y 40 kg/m2) con comorbilidades asociadas (diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, etc.).
También el paciente debe cumplir algunos requisitos para someterse a una intervención de este tipo. El criterio de edad entre 18 y 60 años está universalmente aceptado, pero no debe aplicarse tan rígidamente. Es cierto que antes de los 18 años el sujeto no está totalmente preparado, ni física ni mentalmente, para asumir esta nueva situación y que a partir de los 60 puede no estar en condiciones de soportar los enormes cambios nutricionales que se producen después de la cirugía. Actualmente se está operando a adolescentes de 14 o 15 años, cuyo IMC de 60 o 70 ha obligado a seguir esta conducta. Los casos de este tipo se han descrito principalmente en los Estados Unidos, donde el problema de la obesidad mórbida es muy importante.
Por otra parte, puede haber pacientes con más de 60 años, en buen estado general, pero con obesidad importante y repercusiones graves, en quienes estaría indicada la cirugía, a pesar de su edad.
Otro requisito es que se haya descartado la presencia de psicopatologías graves o de trastornos conocidos del comportamiento alimentario, ya sea el desorden por atracón o la bulimia nerviosa propiamente dicha. Es fundamental que a estos pacientes los evalúe un equipo multidisciplinario que cuente con un psicólogo.
Contraindicaciones de la cirugía bariátrica
- La primera contraindicación absoluta es el embarazo y la lactancia; la mujer debe esperar el término de estos estados para someterse a una re-evaluación.
- La edad inferior a 18 años es un criterio elástico.
- El coeficiente intelectual bajo no contraindica la intervención en forma absoluta, pero obliga a plantear el tipo de intervención que se va a practicar, ya que con una cirugía bariátrica de tipo restrictivo, por ejemplo, seguramente el paciente sufrirá.
- El comportamiento alimentario de tipo bulímico compulsivo es una contraindicación absoluta, a menos que se resuelva y permita que se re-evalúe al paciente.
- En caso de patología subyacente grave, como neoplasias (cánceres) o enfermedades sistémicas (artritis reumatoides, lupus, entre otras), es mejor abstenerse de intervenir. Si la neoplasia desapareciera, al cabo de cuatro o cinco años se podría replantear el caso.
Información al paciente
Es fundamental que el paciente esté informado. El equipo multidisciplinario que evalúa al paciente debe definir, junto con él, el tipo de intervención que se va a efectuar y el momento más apropiado para hacerlo.
informar al paciente acerca del procedimiento quirúrgico que se va a emplear en su caso, ya que así funcionará mejor posteriormente. Para esto es importante conocer las técnicas disponibles en la cirugía bariátrica.
Alimentación después de la intervención
Otro aspecto muy importante del cual se debe informar al paciente, es el de los grandes cambios que va a experimentar en su manera de comer después de la intervención.
Complicaciones de la cirugía bariátrica.
El médico tratante debe informar muy claramente de todas las posibles complicaciones que podría enfrentar el paciente y cerciorarse que el paciente las comprende muy bien.
Dieta después del bypass gástrico. Aprender a comer de nuevo.
El manejo multidisciplinario del paciente con cirugía bariátrica es fundamental. El profesional en nutrición clínica es un integrante vital del mismo y es quien debe evaluar el estado nutricional del paciente, determinar las deficiencias nutricionales preexistentes, desarrollar las intervenciones nutricionales apropiadas con el fin de corregirlas y crear un plan nutricional posoperatorio que contribuya a aumentar las probabilidades de éxito
El nuevo panorama fisiológico demanda una transformación muy profunda en las costumbres alimentarias y en el estilo de vida. Por lo que la educación alimentaria, incluso antes de la cirugía bariátrica es fundamental para que el paciente modifique los hábitos que anteriormente perjudicaban su salud y no le permitían lograr su peso saludable.
El manejo nutricional después de la cirugía tiene como objetivo perder peso de manera saludable, esto es hacer que la pérdida sea de grasa y manteniendo la masa muscular.
Deficiencias nutricionales
Las anormalidades nutricionales son las complicaciones más comunes de la cirugía bariátrica y pueden ser de macronutrientes y de micronutrientes. Muchos de los pacientes presentan deficiencias nutricionales preoperatorias que se exacerban con el procedimiento quirúrgico y la rápida pérdida de peso a la que se ven sometidos. Además, la disminución en la tolerancia, el consumo y la selección de alimentos hace que las deficiencias nutricionales se manifiesten frecuentemente.
En la mayoría de los casos, las complicaciones metabólicas y nutricionales son predecibles, prevenibles y tratables. En un alto porcentaje se relacionan con el procedimiento quirúrgico, el cual induce cambios anatómicos del tubo digestivo. Sin embargo, también suceden por la falta de seguimiento del tratamiento nutricional o por su desconocimiento, por la necesidad de modificaciones dietéticas y por la inasistencia a los controles nutricionales.
Es claro que todos los pacientes requieren suplementos de vitaminas y minerales de por vida, y muchos de ellos, una vez que pierden peso, no continúan con el suplemento necesario y siguen nuevamente en una alimentación desordenada. Otros no reciben la educación apropiada sobre este tema por parte de su médico tratante, lo que conlleva a que no consideren la nutrición como parte integral de su tratamiento y fracasen en la pérdida de peso inicial o, después de tres a cinco años, vuelvan a ganar peso.
Y finalmente cabe mencionar que se recomienda que el paciente que se somete a la cirugía bariátrica no confíe en que su cirugía funcionara sola, se requiere del esfuerzo para practicar hábitos saludables. Estos cambios de estilo de vida necesitan de conocimientos técnicos, tiempo, compromiso y apoyo de familiares y amigos.
El éxito de la cirugía bariátrica generalmente se evalúa mediante la cuantificación de la pérdida de peso. Sin embargo, la vigilancia sistemática es fundamental ya que esta monitorización incluirá otros criterios como la adaptación a una alimentación diferente, la prevención de deficiencias nutricionales, la práctica de ejercicio y, por lo tanto, la adaptación a un estilo de vida saludable.
Todos estos factores determinan la calidad de vida del paciente; el componente nutricional y la prevención de las deficiencias o sus excesos, son determinantes para evitar complicaciones presentes y futuras.