El pasado 18 de febrero 2019 en el foro #HablemosDeSalud organizado por Funsalud. La Dra. Aída Fayad, Directora de Nutri-Center tuvo el gusto de presentar el proyecto Escuela Libre de Azúcar: Modelo de intervención nutricional.
El pasado 18 de febrero 2019 en el foro #HablemosDeSalud organizado por Funsalud. La Dra. Aída Fayad, Directora de Nutri-Center tuvo el gusto de presentar el proyecto Escuela Libre de Azúcar: Modelo de intervención nutricional.
La sensación principal que nos impulsa a comer es el apetito y la que nos empuja a parar es la saciedad. Ambas se generan en el hipotálamo, por lo que comer esta influenciado por diversos aspectos siendo el cerebro el que despeña un papel primordial pues este órgano es el que maneja los mensajes relacionados con el apetito y la saciedad.
Sin embargo, la saciedad es una combinación de diferentes señales y percepciones en nuestro cerebro, interactúa tanto la parte hormonal así como la alimentación, tipo y textura de alimentos, el hedonismo, el estrés, el sueño y la actividad física.
Los atributos o características sensoriales de un alimento juegan un rol importante sobre la saciedad y la ingesta: la comida obesogénica es caracterizada por un elevado contenido calórico y suave textura. La textura de un alimento puede determinar la velocidad con la que lo ingerimos, pues un alimento suave se consume más rápido que un alimento de textura dura o crujiente. Al ser más suave y permanecer menos tiempo en la boca, se hace más difícil la detección de nutrientes por el cerebro y esta inadecuada señalización produce una baja respuesta de la misma. Así mismo, los alimentos muy procesados con texturas blandas o líquidos se comen con gran facilidad por que requieren poco proceso de masticación, también causando una débil señalización.
Además, los alimentos ricos en grasa y azúcares, al ser excesivamente apetecibles, generan que nuestro switch de saciedad se vea afectado ya que el placer supera las señales de saciedad, generando que comamos sin poder parar.
Se conocen algunos factores que pueden provocar que la saciedad sea más efectiva, en el entorno en el que vivimos.
Los alimentos sólidos, al mantenerse más tiempo en la boca, producen una mayor saciedad y por lo tanto, reducen la ingesta alimentaria a libre acceso. Otros factores que influyen son: tamaño de bocado, la masticación, las pausas y bebidas ingeridas a la hora de comer.
Necesitamos incluir en nuestro día a día alimentos que tengan volumen y llenen nuestro estómago, sin aportar muchas calorías, de esta manera modificamos la distención del mismo provocando que se envíe señales de saciedad o plenitud a nuestro cerebro. La proporción de agua genera un aumento en el volumen del alimento sin aumentar el contenido calórico; las frutas, verduras, carnes y pescados son alimentos con esta cualidad.
Está comprobado que los alimentos ricos en fibra aumentan aún más la saciedad ya que se albergan más tiempo en el espacio gástrico, los alimentos con estas características son nuevamente verduras, frutas y además frutos secos y legumbres.
Las proteínas (pescado, huevo, pollo, salmón, atún) se relacionan con una mayor sensación de plenitud, por lo que integrando este gran grupo de alimentos podemos tener un mejor control del apetito.
Los alimentos crudos o frescos generan más salivación por promover su masticación para ablandarlos, estos factores también aumentan las señales de saciedad.
Elige bien tus alimentos para tener una mejor señalización hormonal y así controlar mejor tu apetito.
Fuentes:
Muchos piensan que tomar un jugo de fruta (naranja, piña, manzana, etc.) es saludable y equivalente a comer una fruta entera, pero la realidad es que no son equivalentes nutricionalmente. Además, los efectos en los niveles de glucemia son también muy diferentes. (1)
Entonces…
La mejor manera de comer fruta es entera y con cáscara (no molida ni licuada). Las frutas tienden a tener una mayor cantidad de azúcar natural, cuando se licúan o procesan para hacerlas jugo, una ausencia de fibra y debido a su consistencia líquida aceleran el proceso de digestión y absorción en el intestino, lo que ocasiona una rápida elevación del azúcar en sangre. Además ciertas vitaminas son muy sensibles a los procesos de licuado y trituración, si se muele la fruta se pierden estas vitaminas y no existe manera de aprovechar.
Al comerlas enteras y con cáscara la fibra de dicha fruta retrasa el paso de los azúcares al sistema digestivo, retardando el incremento de la glucemia (azúcar en sangre) y aprovechando al máximo las vitaminas y minerales disponibles en la porción.
Las verduras están compuestas principalmente por agua y fibra, entonces al licuarlas no existe tanto problema. Sin embargo la recomendación fuerte, al igual que la fruta, es consumirlas enteras para un mejor aprovechamiento de la propia fibra.
Sabías que, la Alcachofa es una de las verduras con mayor aporte de fibra: 1 Pieza mediana contiene alrededor de 4 g. de fibra, comparada por ejemplo con el berro crudo que contiene 0.1 gramos de fibra por 1 taza. Otras verduras con buen aporte de fibra son: acelgas, champiñón, endivia, espinaca y nopales (entre otros).
Hay ciertas verduras que pueden generar malestar gastrointestinal como inflamación y gases, las que debemos evitar si regularmente tenemos estos problemas son: Pimiento morrón, Brócoli, Col, Coliflor, Cóles de Bruselas, Chile Poblano, Rábano.
De lo contrario, entre más colorido sea tu plato de verduras, mejor nutrido estarás.
Fuentes:
– Guía diabetes tipo 1. Sant Joan de Déu: Centro para la innovación de la diabetes
infantil.(1)
– Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes
– Jaume Serra. Sabor, saber y salud: Más allá de los alimentos
La importancia social que tiene el sobrepeso, tanto en lo estético como en el estado de salud en los mexicanos y a la dificultad para combatirlo lo han convertido en un objetivo perfecto del marketing, publicidad y redes sociales para impulsar a las llamadas dietas milagro.
La responsabilidad recae en nosotros también, en la apatía de investigar más allá de lo que ven nuestros ojos, en confiar 100% lo que leemos en el celular o la computadora y en querer lograr objetivos rápidos sin el mínimo esfuerzo.
Lo que le toca a cada uno de nosotros es justamente informarnos y cuestionar, tener presente que cuanto más sabemos, más estamos en control de nosotros y así lograremos hacer mejores elecciones. Está comprobado que cuanto menos sabemos, es el mundo el que nos controla.
Es momento de comenzar y conocer a identificar de una forma rápida, cuando se está ante un producto, método o dieta milagro potencialmente fraudulento y peligroso para la salud, para la calidad de vida e incluso para la economía.
Cada que busques someter tu salud y cuerpo a procesos dietéticos o adquirir planes nutricionales por los motivos que quieras, piensa primero en buscar a un profesional, nutriólogos certificados, investígalos antes de elegir, asegúrate de que tengan estudios académicos y experiencia comprobados. Ellos son tus mejores aliados para empezar a adoptar nuevos hábitos y por ninguna razón pondrán en riesgo tu salud.
Fuente: Lo que dice la ciencia sobre dietas, alimentación y salud. L. Jiménez.
Fuente: “La educación es un arma muy importante para la autoestima”. Dr. Valentín Fuster
Fabián el niño que quería tener músculos pero encontró mucho más cuando se subió a lo que él llamó “La nave espacial” Descúbrelo.
Fabián es un niño de 11 años que llevaba tiempo inquieto por su peso, quería subir músculo porque veía a sus compañeros más “fuertes”, así que le pidió a su mamá que lo llevara a un nutriólogo.
Llegó a Nutri-Center con una gran expectativa, realizamos su historia clínica y evaluamos su composición corporal en un instrumento que es una de las tecnologías más avanzadas y modernas que existen. “…Woooow, ésto es como subirse a una nave espacial…” Fabián no lo podía creer!
Con esta nave espacial le explicamos los componentes que conforman su peso: músculo, grasa, agua, minerales, proteínas… y con todos estos elementos estructuramos un buen proyecto de alimentación. Cabe mencionar que Fabián es un niño de complexión delgada al igual que sus padres.
Le explicamos sus necesidades nutricionales para seguir creciendo y desarrollarse sanamente, las porciones que le correspondían por grupos de alimentos y la importancia de desayunar -porque él muchas veces, se iba a la escuela en ayunas y sus porciones de fuente de proteína eran pocas- .
Fabián se dio cuenta de las cosas que tenía que mejorar y que más allá del peso, lo importante era estar bien nutrido. Nos dijo que nadie le había explicado todo eso y que le gustaría que sus compañeros también aprendieran.
El caso de Fabián sólo es un ejemplo de muchos en el que existe falta de información sobre una alimentación adecuada y en el que hay una situación de presión social por lucir como los demás, cuando es importante recordar y reforzar que cada cuerpo es diferente.
Los métodos para bajar de peso están a la vuelta de la esquina. Conoce la historia de Carolina.
Carolina es una mujer de 40 años de edad que a lo largo de su vida ha luchado contra el sobrepeso y ha probado de todo sin obtener los resultados esperados. Llegó a Nutri-Center porque estaba desesperada por bajar de peso y ya no sabía qué hacer.
Carolina nos contó que acababa de hacer una dieta con pastillas y que al inicio le funcionó muy bien porque bajó muchos kilos en poco tiempo, pero al terminar el tratamiento recuperó el doble del peso que había perdido. Además, se sentía cansada todo el tiempo y con ansiedad porque el tratamiento sólo le permitía ciertos alimentos.
En consulta le explicamos a Carolina la importancia de cuidar el tamaño de las porciones e incluir todos los grupos de alimentos en su día a día para lograr una alimentación balanceada. Recalcamos que más allá de una dieta, se trataba de cambiar hábitos y sumar nuevos. Que un plan basado en pastillas no promovía un cambio de hábitos y por ello al terminarlo, subió de peso, ya que sus hábitos seguían siendo los mismos.
Carolina llegó a su segunda consulta y después de ver su análisis de composición corporal quedó asombrada por el cambio que había tenido, pues logró bajar de peso, pero más importante, grasa corporal. Entendió que el peso no es lo más importante, sino los componentes que lo conforman. Dijo que se sentía mucho mejor y que no le daban ataques de ansiedad pues ahora comía mejor y sin restringirse demasiado.
Carolina llegó a un peso saludable y mantenerlo. Se dio cuenta que es un proceso lleno de esfuerzo, que ninguna pastilla o “producto milagro” podría lograr lo que ella logró. Ahora Carolina se siente satisfecha con su cuerpo y en mejor estado de salud.
Seguramente has visto en varios de los productos que consumes una leyenda que dice “bajo en…” o “reducido en…” entre otros. Hoy te voy a hablar sobre el significado del descriptor “sin azúcar” y en qué debes fijarte a la hora de comprar.
Un producto que dice “sin azúcar” quiere decir que no se le ha agregado ningún tipo de azúcar como: sacarosa, glucosa, miel, melaza, jarabe de maíz, jarabe, almíbar, jarabe de alta fructosa, dextrosa, jugo de fruta, mermeladas, jaleas, trozos de frutas, etc. Puedes revisar la lista de ingredientes para verificar que no tenga ningún de los que te mencionamos. Otro punto en el que debes fijarte, es en la tabla nutrimental, revisa que la porción del producto no tengas más de 0.5 gramos de azúcar.
¡Mucho ojo! No es lo mismo “sin azúcar” que “reducido en azúcar”, la diferencia es que el segundo se refiere a que el contenido de azúcar se ha reducido en un 25% comparando con el producto original o de su similar.
Ahora que ya sabes lo que significa cuando tu producto dice “sin azúcar” o “reducido en azúcar” podrás tomar mejores decisiones al momento hacer tus compras.
Fuente: FAO. Directrices para el uso de declaraciones nutricionales y saludables. http://www.fao.org/ag/humannutrition/33313-033ebb12db9b719ac1c14f821f5ac8e36.pdf