En los últimos años se ha prestado gran atención a la posible relación entre la duración del sueño y el aumento de peso corporal, numerosos estudios epidemiológicos lo han puesto de manifiesto.
Infinidad de estudios confirman que un sueño de corta duración, (5 o menos horas) aumenta la preferencia de alimentos con alto contenido de hidratos de carbono (carbohidratos). Otros más, hacen referencia que mujeres adultas que duermen menos de 6 horas y más de 9 horas son más propensas a tener ganancias de peso de aproximadamente de 5 kilos más, que aquellas mujeres que duermen 7 horas. Patrones similares se observan en estudios realizados en niños y adolescentes.
Una explicación podría ser que la disminución de las horas de sueño altera las hormonas reguladoras del apetito (leptina y ghrelina) lo que aumenta el consumo de alimentos, especialmente aquellos ricos en carbohidratos. A su vez, otro posible factor que contribuye al aumento de peso, es que la falta de sueño conlleva a una disminución en el gasto energético por una reducción de la cantidad de actividad física, debida a la fatiga y a la somnolencia.
Las medidas orientadas a mejorar el sueño se conocen como higiene del sueño.
- Mantener un horario regular
- Obtener una cantidad óptima de sueño
- Cuidar el ambiente en que se duerme
- Regular las actividades
- Hacer ejercicio físico
- Evitar comidas copiosas antes de dormir
- Evitar exceso de líquidos por la noche
- Evitar sustancias estimulantes por la tarde/noche
- Evitar el uso de alcohol de noche
- Evitar la nicotina
¡RAZONES DE SOBRA PARA TENER BUEN SUEÑO Y UN BUEN DESCANSO!