La vida consiste en atravesar etapas naturales e inevitables. Llegar a la menopausia, no es un signo de enfermedad ni de vejez. Es simplemente un cambio biológico, una modificación hormonal al que toda mujer, si está bien informada y preparada, se podrá adaptar sin dificultades.
Con o sin menopausia, la mujer sigue siendo mujer. En la menopausia hay incomodidad, puede generar ansiedad y nerviosismo, pero también puede ser una etapa de redescubrimiento del cuerpo, de la feminidad, de la sexualidad y es un momento de la vida en la que la mujer puede plantearse nuevos desafíos.
Ponte atenta a las señales de tu cuerpo y prepárate de la mejor manera.
Algunos síntomas que nos ayudan a identificar la etapa previa a la menopausia son:
- Sangrados menstruales irregulares
- Goteo previo o posterior a la menstruación
- Transtornos del sueño
- Cambios en el estado de ánimo
- Bochornos
- Dolor de senos
- Dolor de cabeza
- Estreñimiento
La menopausia se identifica con la última menstruación y se confirma con un periodo mayor a un año de ausencia de sangrados. Es de vital importancia entender que la menopausia en sí misma no es sinónimo de enfermedad o envejecimiento, es un cambio trascendental en nuestra vida donde es necesario un diagnóstico y tratamiento específico para cada una de sus manifestaciones, el que debe ser realizado por un médico especialista.
Ganancia de peso en la menopausia
Algunos estudios han relacionado el incremento de peso durante la menopausia con cambios en el comportamiento alimentario y la preferencia y mayor ingesta de ciertos alimentos como pan, pan dulce y chocolates, entre otros.
Esto sumando a una reducción de la actividad física, provoca una pérdida de la masa muscular que a su vez lleva a la disminución de la efectividad del metabolismo dando como resultado esos kilitos de más.
Cuida tu cuerpo, no vayas por el mundo como si tuvieras un cuerpo de repuesto. Jane Fonda