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Nutrición y enfermedad fibroquística de mama

La enfermedad fibroquística de mama, es relativamente frecuente; se estima que esta condición se presenta clínicamente en un 50% de las mujeres e histológicamente (por anotomía microscópica) en un 90%.

La mama se compone de tejido adiposo (grasa), glándulas y tejido fibroso. Mientras que, en la enfermedad fibroquística de mama existen cambios en tales estructuras, presentándose un tejido mamario de consistencia irregular, densa y con bultos. Cabe resaltar que tales cambios son benignos; es decir, no se relacionan con cáncer ni incrementan el riesgo de padecerlo.

Los mecanismos responsables de la enfermedad fibroquística de mama, son inciertos. Sin embargo, se ha propuesto, que es causada por un desequilibrio hormonal y cambios hormonales en el ciclo menstrual, caracterizado por una deficiencia de progesterona (hormona producida por el ovario), excesiva producción de estrógenos (hormona producida por el ovario que es derivada del colesterol) y producción anormal de prolactina (hormona que estimula la secreción de leche).

Las manifestaciones clínicas de la enfermedad fibroquística de mama pueden incluir nódulos mamarios (difusos o localizados), quistes, hinchazón, sensibilidad y dolor de mamas.

En ocasiones no se requiere tratamiento farmacológico, mientras que algunas mujeres se ven beneficiadas con terapia de reemplazo hormonal; la cual mejora los síntomas de la menopausia al regular el desequilibrio hormonal.

Intervención nutricia

  • Restricción metilxantinas
    La ingesta de metilxantinas; incluyendo té con cafeína, refrescos con cafeína, cacao, chocolate y café se han asociado con la enfermedad fibroquística mamaria. Por lo que su restricción podrían coadyuvar en el tratamiento.
  • Vitamina E
    Se ha propuesto que la vitamina E  promueve alivio en el dolor de mama y la formación de nódulos.
  • Vitamina B6
    Es ampliamente recomendada para dolor el y sensibilidad de mamas durante el síndrome premenstrual.
  • Dieta baja en grasas
    Reducir la ingesta de grasas de un 15-20% de la energía total, se ha sugerido como una posible estrategia de tratamiento, considerando que una dieta alta en grasa se asocia con altos niveles de estrógenos y colesterol; y por ende un desequilibrio hormonal. De tal manera, que una dieta baja en grasa, reduce los niveles de estrógenos y la densidad de las mamas. Sin embargo, no existe evidencia científica sobre su eficacia en el tratamiento de la enfermedad fibroquística de mama.
  • Dieta alta en fibra
    Una dieta alta en fibra (30 gr/día) podría modular la producción hormonal de estrógenos, al incrementar la excreción fecal de estrógenos a través de la circulación enterohepática (proceso de secreción y absorción de sales biliares desde el hígado hacia el intestino).
  • Isoflavonas de soya
    Los alimentos con soya, son la principal fuente de Isoflavonas; y aunque se desconoce el mecanismo de acción, podría disminuir el dolor de mamas y regular los niveles de estrógenos.

Por último, cabe señalar que la evidencia científica hasta el momento, es insuficiente para concluir que las intervenciones nutricias previas, son eficaces para el tratamiento de la enfermedad fibroquística de mama. La autoexploración, la elección de un estilo de vida saludable y realizar actividad física es el camino para la prevención. ¡Asiste con tu ginecóloga de confianza!


Referencia bibliográfica: Horner, N y  Lampe. Potential mechanisms of diet therapy for fibrocystic breast conditions show inadequate evidence of effectiveness. Journal of the American Dietetic Association 2000: 100(11), 1368-1380.

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