Ponte un objetivo y comienza tu plan de alimentación
La importancia de tener tus objetivos claros a la hora de empezar un plan de alimentación
Siempre que comienzas algo piensa a dónde quieres, esto es lo que conocemos como “objetivos”. Los objetivos te ayudan a no perder el camino y llevar a cabo lo que te propones a corto, mediano o largo plazo.
Para tener mejores resultados debes tener objetivos específicos, muchas veces son poco claros o muy amplios y se complica llegar a la meta. Por ejemplo: mejorar la salud. La verdadera pregunta es ¿cómo mejorar la salud? Haciendo la pregunta es más fácil marcar objetivos claros, como: Comer más verduras a la hora de la comida o hacer ejercicio mínimo 30 minutos 3 veces por semana.
Para seguir motivado es importante pensar en los beneficios que obtendrás al cumplir los objetivos, hacer una lista de los cambios que estás teniendo en el cuerpo o tomar fotos del proceso también te alentará a seguir.
Debes usar metas reales y alcanzables, pensar que nunca más volverás a comer pan es algo que difícilmente se logra y al fallar te puedes sentir desmotivado o desmotivada. Poner una meta real como solo comer pan 1 veces por semana, te facilitará la tarea y será más fácil cumplirla por lo que también continuará elevada tu motivación.
Un buen consejo para llegar, es la planeación. Planea lo que comerás en la semana, la colación que llevarás a la escuela o al trabajo; así, tendrás todas las opciones disponibles y no te ganará el tiempo, las prisas y los antojos.
Poner fechas límite es un buen recurso para evitar despistarnos de los objetivos. Tener en un calendario las fechas ayudará a que cada día lo intentes con más esfuerzo para cumplir lo que te propusiste.
¡No te desesperes, todo proceso tiene caídas, pero estamos seguras que lo cumplirás!